miércoles, 7 de marzo de 2012

Monumento al mar



Este es el mar,
el mar con sus olas propias,
como sus propios sentidos.
El mar tratando de romper sus cadenas,
queriendo imitar la eternidad,
queriendo ser pulmón o neblina de pájaros en pena.

O el jardín de los astros que pesan en el cielo
sobre las tinieblas que arrastramos,
o que acaso nos arrastran
cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna
y se hace más oscuro que las encrucijadas de la muerte.

He aquí el mar,
el amor abierto de par en par.
He ahí el mar quebrado de repente
para que el ojo vea el comienzo del mundo.
He ahí el mar,
de una ola a la otra esta el tiempo de la vida,
de sus olas a mis ojos la distancia de la muerte.
                                                                                                                             (vh-ch)

No hay comentarios:

Publicar un comentario