miércoles, 21 de noviembre de 2012

Maravillosa infancia


Innumerables y maravillosos recuerdos 
de una infancia colmada de amor, 
atiborrada de cuidados, 
llena de fundimientos incesantes y avalados por ti, 
hiciste muy bien tu clase de amor, 
todos esos bellos sentimientos se impregnaron en mi ser.
 
Esa paciencia que te caracterizaba 
y ese amor sin límites que depositaste en mi vida 
sin lugar a dudas 
ha dejado huellas en mi existir.

Vienen a mi mente pasajes de nuestras vidas 
como por ejemplo 
"cuando me escuchaste leer por primera vez" 
o cuando 
"saqué una nota roja en el colegio" 
y lloré, lloré desconsoladamente y tu me decías 
- no importa, es sólo una nota, no tiene importancia -  
y afirmabas 
"eres la mejor" 
"todo aquello que te propongas lo podrás alcanzar, 
por que tu inteligencia no tiene límites".  

Tu convicción y tu fé en mi 
hicieron en gran medida la mujer que hoy soy, 
si, digo mujer porque los años físicos así lo demuestran;
la familia que formé siguiendo tus consejos lo avalan 
y aún más, ahora luego de tu paso a la otra dimensión 
dieron el punto final a este sentir de adulta completamente, ya que comprendí que "ya no soy la niña de antaño", 
que debía adoptar el papel que correspondía, 
toda una adulta en realidad, 
aunque no te niego que en mi corazón 
aún me siento tu niña, 
la niña de tus ojos.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

lunes, 19 de noviembre de 2012

Eclipse del nuevo amanecer



Caminando por antiguas calles de la ciudad
busco refugio sin parar,
en una cuadra de por allá
logro un transporte tomar
esperando que mi familia
pueda este autobus alcanzar;
la gente está anciosa,
asustada y muy excitada,
de pronto los veo al pasar,
los llamo y corren hacia a mi,
suben y continua el viaje,
luego en una avenida principal
nos bajamos para caminar,
nos encontramos con un mar de personas,
todos jóvenes
están acostados en el suelo mirando hacia el cielo;
aún queda luz del día 
aunque ahora ya comienza el proceso natural,
el eclipse es fatal,
un manto de obscuridad nos envuelve por completo
y el asombro es infinito,
le pido a mi hijo menor que no mire fijamente al sol
aquel sol que cambia de azúl muy obscuro a negro,
todos estamos asombrados por dicho acontecimiento
y ahí estamos esperando el nuevo amanecer.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

sábado, 17 de noviembre de 2012

Profundo dolor



Sentimientos de temor
que envuelven mis sentidos,
y temerosa del mañana
que pronto me tocará,
incertidumbre da un resultado
que me mantiene exaltada,
y que no me deja respirar.
Horror!! temor!!
¡que profundo dolor!

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Viviendo el amor


Te invito con mi mirada 
y veo en la tuya 
la respuesta del amor,
clavas en mis ojos toda tu pasión,
toco tu piel y te erizas
acaricio tu todo y entras en trance.

Buscas mis secretos con suma proligidad 
tanteas los caminos 
y vamos más allá.

Contemplo tu rostro y observo cada milímetro de tu ser, 
hierves en llamas, 
pides vivir el torbellino de la lujuria y la pasión,
danzas por mi cuerpo impregnándolo de tu escencia y
 envolviéndolo con tu fuerza de protector.

Acaricias mi rostro, 
besas mi cabello, 
alabas mi anatomía, 
seduces a mis sentidos y me invitas a vivir 
el viaje maravilloso del amor.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

sábado, 10 de noviembre de 2012

Añoranza



Camino lentamente y con demasiado pesar
por este sendero de nunca acabar,
añoro un abrazo tuyo, 
sentir tu fuerza para continuar
y sin embargo ... no estás,
no quieres estar.

Esta sensación de soledad absoluta,
de tormento insesante ante ésta cruel realidad
mata a los sentidos
 y paraliza a este frágil cuerpo
que lucha por mantenerse activo.

La soledad me absorbe, corroe todo mi ser,
en días como éstos la percepción se hace más crítica,
tan sólo un abrazo,
una palabra para calmar este calvario,
sería tan reconfortante y sin embargo no estás,
no me envuelve ese calor,
no escucho la melodía de tu voz
y no me vistes con tu amor.

Sigo éste camino de nunca acabar,
sigo.., sigo con mis recuerdos
y con esta enorme tristeza
que espero algún día
deje ya de estar.


(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

jueves, 8 de noviembre de 2012

Conversando con mi madre




Como siempre al estar en aquel lugar tan hermoso
que pensamos para nosotras en algún momento,
me hace ver la maravilla del significado 
al poder concretar cosas tan simples y tan intensas a la vez.

Aquí me encuentro, y me siento completamente feliz
al encontrar estas señales de que alguien más estuvo aquí,
que alguien mas pensó en ti.

Acabo de comprobar
que aquellas palabras que me regalaron en cierta oportunidad,
fueron, son y serán total y absolutamente una imborrable verdad.

Como dijiste en innumerables ocasiones
"éramos tan sólo tú y yo"
en ese andar de pequeña siempre oí aquello que tu boca decía
y que ahora con el pasar del tiempo ratifico
"éramos tan sólo tú y yo".

Este amor y admiración
que sentimos la una por la otra era inmenso,
los logros de cada una eran el orgullo de la otra
¿habrá amor como este aún después de la muerte?
me atrevería a decir que sí, porque aún amo todo lo tuyo
y permaneces viva en todo momento de mi vida.

Existe un conjunto de virtudes propias de tu persona
que están plasmadas en mi ser
y que inconscientemente se transportan a una nueva generación.

Tú estás presente aquí, ahora, en el ambiente, en mi corazón,
la huella que dejaste en mi vida es muy intensa,
maravillosa y profunda.

Siento una serenidad y una convicción
de que jamás nos separaremos,
todo lo nuestro es mágico, si, ¡mágico!
por que a pesar del transcurrir imparable del tiempo,
de las diferencias de dimensión
y de los múltiples obstáculos que se puedan presentar
aún estamos unidas
y como lo dijimos en innumerables ocasiones
"unidas hasta en la eternidad".

Te amo dulce corazón, valiente como no hay igual,
imponente y brillante como el diamante más preciado,
fuerte como el roble de aquellos paisajes de tu infancia,
maravillosa como esos lugares de mi tierra,
obstinada como yo, regalona y consentida
y por sobretodo amada, considerada y respetada.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

domingo, 4 de noviembre de 2012

Gozosa está mi alma



Acá está mi alma plena, tranquila,
gozosa de tanta felicidad.

Cada amanecer es una alegría infinita
y cada atardecer
una reflexión de amor.

Los colores, las formas, las texturas,
las sensaciones sin fin,
todo aquello que deslumbra a mi tierno corazón
que permite dar gracias a la vida
y soñarla aún más allá,
sin restricción.

Acá está mi alma plena, tranquila
gozosa de tanta felicidad,
esperando la entrada al paraíso terrenal.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

jueves, 1 de noviembre de 2012

Noviembre 1°



Aquí estoy a tu lado 
con una sensación tan extraña,
tan infinitamente desgarradora;
te acompaño como cada día.

Te visito en el nuevo condominio,
camino por las interminables calles
buscando tu dirección,
arreglo tu jardin,
pongo flores de colores sin fin, 
muy alegres como te gustaba
para no olvidar tu esencia 
de gozo y alegría en tu andar.

Aquí me encuentro contemplando
este hermoso paraje
que se ha convertido
en el comienzo del segundo viaje.

Bien sabes que mi corazón está abierto
al amor y al perdón
y no comprendo el por que de esta aflicción,
me encantaría que te acompañaran,
visitaran y sintieran profundamente tu ausencia material,
quisiera ver y palpar esa preocupación por ti, 
en vida no se dió
y ahora en el paraíso tampoco se da.

No logro entender
a esas almas insensibles faltas de conciencia,
faltas de vínculo fraternal,
¡de amor de verdad!
dulce madre de mi todo, te di todo,
todo lo que esta en mi.

Ahora siento tranquilidad por aquello
aunque no te niego
que a veces creo que podría haber hecho más,
en este instante hago un recorrido sin pausa 
de nuestro andar.

Te doy gracias por haberme proclamado como hija,
por haber elegido cuidarme, educarme
y por sobre todo ... amarme.

Estás en mis sueños
y compartes mis anhelos,
sé y te siento conmigo cada día,
se que te debo esta vida,
vida de eterno amor,
amor que no acabará
ya que viajará por la eternidad.  

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)