viernes, 17 de febrero de 2012

Soneto al sueño (John Keats, inglés)




Suave embalsamador de la aquietada noche,
que sueldas,
con tus dedos de roce inadvertido,
los escudados ojos,
felices bajo el broche de sombra en la divina tiniebla del olvido.

¡Oh lisonjero sueño!
Cierra voluntarioso mis obedientes párpados,
o, a que termine, espera tu himno,
antes que en torno del lecho en que reposo
esparza su calmante piedad tu adormidera.

Pero sálvame entonces del día,
o su presencia renacerá en mi almohada con su pasado grave;
librarme del suplicio de la insomne conciencia,
que como un topo, mina las sombras en la calma.

Diestramente en la dócil cerradura tu llave gira y séllame el cofre acallado del alma.
                                                                                                                      (jk)

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