viernes, 16 de marzo de 2012

El barco



¿ Ni cartas que encadenen,
ni manos que despidan!
¡Soledad de las penas
que en el alma se anidan!
Como el barco,
en la boca de la noche me pierdo...
Bulle el gemido a bordo...
Ríen,
danzan,
olvidan...
¡Pero yo te recuerdo!
¡A dónde voy?
Lo ignoro.
Ni se lo que persigo.
Por mí
pudiera el barco
torcer su rumbo al Polo...
¿Apena la distancia?
¿La ausencia es un castigo?
Bien puede que así sea
para el que viaja solo...
¡pero tu estás conmigo!
                       

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