lunes, 23 de abril de 2012

Está en ti.


Está en ti
mientras el sol te aplasta al mediodía
y la calle ya no te conoce
cuando hablas y te ríes por tercera vez en la semana: 
está en ti.

Si huyes y te sumerges en la muchedumbre
o si en la oscuridad te escondes: 
está en ti.

Despiertas, y está en ti
con el sabor del sueño en tu garganta
y con el hambre de no tenerlo.

Las aristas de los meses que no cuentas,
fluyendo siempre,
dividiendo tu corazón y tus raíces,
negándolo tres veces en un día: 
está en ti.
      (ab-ch)

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