Despierto con lágrimas en mis ojos
debido a tu petición,
veo tu espalda blanca, lisa
estás poniéndote el chaleco para saltar
deseas volar,
ir más allá
mientras lloro,
pienso en mi soledad
en aquella soledad que dijiste debía evitar,
estoy acá, con Guillermo, contigo
y con mi enorme tristeza,
no puedo y no quiero dejarte ir,
mi alma,
mi corazón,
todo mi yo te extraña;
hay un dolor tan profundo
que no puedo apaciguar,
duele mi alma,
duele mi corazón,
mis ojos no paran de sufrir
y este sentimiento nubla la razón
sólo se que no puedo dejarte ir,
¡no quiero dejarte ir!
me niego rotundamente.
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