jueves, 4 de julio de 2013

Dolor



Suspiro tras suspiro
acompañando este dolor,
que mantiene a mi cuerpo
casi inerte sin su resplendor.

Mi alma ya no se estremece
sólo quiere descansar,
sólo siente que se adormece
en un único palpitar.

Suspiro tras suspiro
mantengo vivo el aliento,
te miro... y me miro...
y ya... no nos siento.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

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