domingo, 20 de enero de 2013

Gustavo en la carretera


Silencio ensordecedor
se adueña de mis oidos y calma los sentidos
tranquilidad, paz,
inercia en la carretera de la vida;
esperabas cruzar cuidadosamente
y atentamente te diste el tiempo de esperar
pero no tuviste la claridad de entender que sería al más allá,
recostado en el suelo luego de tu convulsión
yacías rígido como un príncipe en su altar
dando tus últimos esfuerzos
por mantenerte en lo terrenal,
pasaron los minutos y luego los segundos
¡¡¡los esfuerzos fueron muchos!!!, ¡¡¡demasiados!!!
ya habías emprendido el vuelo hacia la libertad
y tu cuerpo ya inerte nos dejó de acompañar.

(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)

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