Como yo
cansada está la noche de tanta oscuridad.
Sombrea el último otoño.
Salgo a vagar sin importarme que el cielo está solo,
y el silencio lame los pies.
Viajo a tus ojos
y los encuentro al borde de mi mano.
Ahora enciendo mi lámpara
mientras en un rincón del cielo
imperturbable y preciso,
la luna echa su ancla.(vc-ch)
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