Desde el azul yo me levanto:
dejo mi silla y camino entrecortado
por la luz del ocre envejecido.
Lentamente cada esquina dobla el cielo:
verde, rojo y amarillo:
la muerte me despide en tres pañuelos.
Sostendré el mar entre mis yemas.
Sumaré cada color del cuerpo y alma
y al final entre todos se hará el negro:
entonces dejaré mi puerta abierta.(am-ch)
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