Escribiendo para ti
Que valiosa es la mujer
que llevo aquí dentro,
abarcando mi corazón
como un soplo en invierno.
Le debo mi respirar,
mis alegrías y sufrimientos
le debo lo que soy
aunque ella no esté de acuerdo.
Ahora que estoy grande
viajo al pasado,
y revivo cada momento
que viví a su lado.
Tantos recuerdos bellos
de amor y abnegación,
de cuidados infinitos
que están en mi corazón.
El tiempo transcurre rápidamente
no da tregua a su andar,
se lleva los pasos de mi abuela
y no los puedo parar.
Dulce mujer
de aspecto fuerte y autosuficiente,
se que eres tierna y amorosa
aunque a veces no lo demuestres.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba)
(Derechos reservados Marisol Fuentealba)
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