Me transporto a aquellos momentos de eterna felicidad
vivo un abrazo tuyo con intensidad, calidez y profundo amor,
es lo que hoy añoro.
Tus palabras,
tus regaños y tu experiencia
que no supe apreciar
ahora dan razón a tu razón,
todo lo vivido se ha transformado en recuerdos
maravillosos recuerdos que perdurarán hasta la eternidad.
Te amo madre de mi vida,
tu amor floreció en mi vida y desarrolló esta inmensa, poderosa y fantástica conexión.
Aunque a veces me invade el dolor
tengo presente en mi mente la situación
y debo aceptar
por sobre todas las cosas
que ahora en tu nuevo andar
estas mejor.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)
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