Luna de verano que ya emprendes retirada,
sin embargo ahora estás aquí
resguardando el altar de mi madre
al igual que yo,
sentada frente a ella puedo sentir tu presencia,
levanto la mirada y estás ahí.
¡sí, ahí!
esperando la danza de nuestros corazones,
te esfumas
tan delicadamente
buscando la manera de no intervenir
la plática entre mi madre y yo.
Luna que iluminas el camino de los desorientados,
que das paso a la pasión,
que inspiras a las almas,
que das paso a la ilusión
no te olvides de resguardar nuestro sendero
aquel por el cual debo transitar cada vez
para estar junto a mi madre
y poder gozar de su eterno y sano amor.
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