Recostada sobre la cama te veo inerte,
sin brillo, sin ilusión,
recostada sobre tus recuerdos de amada e idolatrada
... percibo tu tristeza;
corre un manantial por tus ojos
y me atrevo a viajar por su inmensidad,
te observo una y mil veces.....
y el dolor se muestra en cada centímetro de tu cuerpo,
¡como poder levantarte! ¿como animarte?
duerme pequeña,
viaja a lo más profundo de tu ser
revive esos momentos colmados de amor,
sueña con esos días de inconmesurable felicidad
y ánclalos en el hoy, hazlos parte viviente en ti,
sólo al despertar verás que ya todo a quedado atrás.
Recostada sobre la cama te veo pristina
y al despertar nuevamente brillarás,
tus ojos verán la realidad
y tu cuerpo podrá al fin volar.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)
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