Mujer que irrumpes en nuestro espacio
como una bella mariposa
que revolotea por aquí y por allá,
mostrando sin vergúenza
aquellos maravillosos arcoiris que fascinan a la vista
pero que lamentablemente en tu cuerpo
son las marcas del dolor,
caminas entre la gente
sin bajar tu mirada
aquella que yace adornada de las violaceas tonalidades del desamor,
sigues erguida con tu mirada al frente
orgullosa de tu escencia de mujer
sabedora de tu pureza, de tu valor
y consciente que eres
inmerecedora de aquella acción.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)
Hola Marisol, hermoso poema, un placer.
ResponderEliminarte dejo mis saludos desde Valencia,
feliz semana.