Sentada en un café escucho tus relatos,
contemplo tu ser,
entre sorbo y sorbo
escucho atenta tu vivir,
brotan de tus labios una historia sin fin
es tu alma en lo más profundo
que pide a gritos existir,
terminando ya mi té
aún sigo hipnotizada por ti,
por que al oir tu narración
de aquellos momentos de tristeza y dolor
provenientes de lo más profundo de tu ser
mi corazón pide sanación.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)