¡Imaginas la tortura! que provoca en mí
tus malos actos,
tu mirada insidiosa,
tu tono de voz
si hasta emanas mala vibración.
Cuánto tiempo más
tendré que soportar tus acciones
en nombre del amor!!!
Cuantos recuerdos vendrán
cada día a mi vida
para torturar mis sentimientos sin compasión.
Será que ya ha llegado el momento
de optar por la soledad física ...;
la soledad emocional
ya se ha apoderado de todo mi ser.
Una vez más,
acá,
en esta fría tarde de otoño
busco aquellos tenues rayos de sol
para calentar mi entumecido cuerpo,
con la esperanza de que el amor sano colme mi vida, con ¡fuerza!
a este entumecido,
a este entumecido,
melancólico y cansado corazón.
Esperaré caer la noche
para cubrirme con su manto estrellado,
viajar por la constelación,
seguir el camino trazado por las luciérnagas esperando el mejor momento para abrir los ojos, sentir el amanecer
y ver tu rostro cautivo frente a mí.
y ver tu rostro cautivo frente a mí.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba C.)
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