Amanece en la ciudad
las calles comienzan a tomar vida,
las personas aparecen como saliendo de un portal
moviéndose raudamente entre el voy y vas.
El metro se viste de humanidad
sus cajitas de colores transportan nuestras vidas
nos pasean bajo tierra
y nos llevan levitando a otro lugar.
Ya amaneció aquí en mi hogar
los pájaros cantan y salen a volar,
mis mascotas despiertan
y se ponen a jugar.
En frente las gaviotas pasean
sobre los granitos dorados que ha dejado el mar,
y luego se internan en el mar
para buscar su sustento y mucho más.
(Derechos reservados Marisol Fuentealba Calvo.)
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